quinta-feira, 25 de fevereiro de 2010

Era 0

Era 0
Refrescos 0, alimentos 0, entretenimientos 0, información 0.

Es evidente que estos tiempos en los que vivimos, con toda su postmodernidad, new ages y neo's varios, nos ha llevado al marketing del 0. Pero... ¿cómo definimos al 0?
Comencemos con la definición de la Real Academia Española: cero "Adj, número que expresa una cantidad nula, nada, ninguno..."

El pobre cero, tan nombrado y manoseado, parecería que no es...

"Ser o no ser..." esa era la cuestión para Shakespeare. También es la tautología en estos tiempos de reality shows, donde personajes anónimos buscan de cualquier forma trascender públicamente. Ser es la cuestión para los millones de personas que hemos abierto un facebook, ( “si no tenés Facebook no sos nadie” , he escuchado decir), para encontrarnos virtualmente con esa gente de la que hace tiempo no sabemos nada, y muchas veces terminamos pensando que era mejor así.
También están los adolescentes y no tanto, que abren Metro flogs o Fotolog's tratando ser reconocidos, aunque sea de la forma más superficial con sus fotos ensayadas frente al espejo gran parte del día, suplicando a otros floggers y plancha-floggers* que les "effién" el muro. El comienzo es encontrar gente, y al final lo único que se persigue es que lo encuentren a uno. Y es que en cierta forma, todos buscamos trascender de alguna manera en este mundo, sea por la imagen, por cultivar un arte, por realizar una empresa, o sólo por dejar descendencia.
Todos, o por ahí alguno pueda no tener más aspiraciones en la vida que respirar el aire, alimentarse y transcurrir en este tiempo de forma obsecuente.

Con toda esta lucha del ser humano y sus contradicciones por el "ser alguien", se encuentra el cero, neutro y meditabundo. Ahí está esa cifra esperando servir a la cultura del ser. Encendés la televisión y una seguidilla de publicidades "zero" desfilan frente a tus ojos. Se pasó del barroquismo consumista al minimalismo consumidor; desde la arquitectura de una casa al diseño de una afeitadora.
Cero calorías, cero colesterol, cero grasas, etc, etc. Por otro lado está la vorágine de información. Como una avalancha interminable estamos sumergidos en números y letras. Constantemente, sin que nos demos cuenta, por el aire nos atraviesan sms, traspasan nuestros cuerpos ondas de radio, de microondas, y vaya uno a saber que más ondas resisten nuestros mortales envases descartables y nuestras mundanas mentes.

Pero regresando a nuestro amigo el cero, éste en caso de ubicarse a la derecha de otro número con "valor", puede multiplicar por millones la cantidad de la cifra que precede, si está acompañado de otros “insignificantes” ceros como él; o sea que cuanto más insignificancias a la derecha de las significancias resulta que cotiza hasta el infinito.

La eterna suma del vacío...

...Multiplica tanto que anula. Una carrera interminable donde parece que nada se ve, nada se escucha ni se lee como debería. Nos convierte en partícipes de la cultura del ojeo. En otra definición del Diccionario de la Real Academia, se lo define como "un valor absoluto". El Valor Absoluto da esa sensación de vacío que contiene el todo del que tanto habla el Tao Te King.
El cero, ¡qué número bastardeado en esta postmodernidad!

También está el cero a la izquierda, ese cero que no hace más restarle el valor al que se le mete delante. Ése es el cero que de tanto llevarlo a la derecha, termina dando vuelta su propia circunferencia.

(0)

Tanto "cero" por aquí o "zero" por allá, que cero no ser.









* Los plancha-floggers o "planchflogger`s son una nueva especie en la red y en cyber cafés, nacidos a finales del 2008 D.C,que mezclan estética y vocabulario flogger con el de los planchas.