quinta-feira, 24 de junho de 2010
Como hoy
Hoy vivo como ayer
respiro el mismo aire,
como ansiosamente (como si me fueran a quitar la comida del plato),
bebo hasta la última gota de agua que contiene el vaso,
igual sigo acá.
Vivo como ayer,
con una nueva interpretación que voy improvisando día a día
a cada paso, a cada tropiezo, a los saltos, a los ponchazos, a la carrera (a la puta carrera)
todo depende del día
Interpreto el pasado, veo mi presente, me proyecto un futuro y pienso...
Pienso que odio proyectar, me parece aburrido,
pero me han dicho que trae seguridad,
aunque por ahí acarree frustraciones
entonces escarbo el pasado, me veo ahora y me hago cierta imagen dialéctica personal,
y a todo esto,
vivo día a día,
vivo como ayer
y me interpreto como hoy (una nueva interpretación que improviso día a día)
pero...
si vivo como ayer, (ayer también me interpreté como hoy),
entonces me interpreto como ayer
y ayer también me dije- ¡que carajo pienso! (como hoy)
Pienso que pierdo el tiempo, pero el tiempo...
El tiempo no se pierde, se escapa,
se escurre entre los dedos como agua,
el tiempo tampoco se aprovecha,
él se aprovecha de uno, porque el tiempo...
El tiempo siempre va a ser, y uno solo es porque está,
entonces me digo que es mejor que deje de escurrir el tiempo.
segunda-feira, 7 de junho de 2010
A ver si pasa un bondi...
Camino por la calle, no he parado de mirar a los costados
Camino por la calle, no he dejado de pensar demasiado
Me cruzo con mi sombra, nada de esto me asombra.
Igual soy un iluso, con un poco de orgullo.
Un viejo que me mira, ve que tengo prisa.
Su risa va soltando, aunque no sea su tango.
Camino por la calle, la luna me acompaña.
El neón que titila, expande mi pupila.
Algunos que se abrigan, recostados en paredes.
Reparten los papeles, promueven whyskerías.
El tiempo que se pasa, delante de los ojos;
ven todo vidrioso, esté o no esté lluvioso.
Los niños van descalzos, perdieron sus zapatos.
De a ratos siento ganas, de estar ya en esa cama.
Las penas son con gloria, si hay una buena historia.
Memorias que te atan, desatan y reviven.
Y el paso sigue y sigue.
Sigue firme.
sexta-feira, 28 de maio de 2010
Divague noctámbulo y otros ensayos
Este post es un texto que escribí hace unos añitos ya, cuando recién salía de los "dieci" e ingresaba a los "veinti". Leyéndolo me dí cuenta de que he cambiado en muchas aspectos en mi vida, sobre todo en la forma de decir las cosas. Pero sustancialmente pienso igual. Creo que el tiempo hace que comencemos a aceptar la realidad, a asumirla y encararla de otra forma. Ahora, eso no quiere decir que nos entreguemos a ella y no querramos y mantengamos la esperanza de hacerla un poquito mejor.
Divague noctámbulo y otros ensayos
No se por que me cuelgo a escribir esto, a esta hora, son las 2:30 de la madrugada y yo me quedo como un noctámbulo sentado en mi habitación, escuchando el Álbum Blanco; Number Nine es la canción que está sonando. Estoy lleno y mi cuarto huele a sahumerio de “rosa mística”.
¡Que carajo hago!, no se por que escribo, para eludir acostarme, para matar el tiempo.
Ahora creo que la mente me está quedando en blanco, (como el Álbum), y no se me ocurre nada que decir, ninguna palabrería más que hablar del desvelo y la pelotudez que tengo. Y aunque se pueda objetar que mi lenguaje no sea el más indicado (y más si es escrito, por que a estas palabras no se las lleva el viento). Pero más allá de las aclaraciones,con este léxico me sale pensar y decir las cosas en este momento. Jerga vulgar con la que habla una generación, que no es más que una síntesis de los valores y la moral que se nos propina por medio de académicos, dirigentes políticos,campesinos (los que van quedando), comunicadores y comunicadoras, putas y putos, ladrones de cualquier género y todo espécimen que componga esa generación que fue formada y deformada para transformarse en lo que hoy en día somos.
Una sociedad incoherente es en la que nos toca vivir.
A los jóvenes se les vive tirando verde para recoger maduro. Es un gran negocio. Se imponen medios de vida yanquis o europeos, lo vemos por la TV, la radio, Internet, revistas. Pero el hecho es que esos estilos de vida sólo llegan a dar mella en los sectores de mejor posición económica, y este sector social puede tomar esos estilos, consumir adelantos tecnológicos o tomar clases de feng shui, aromaterapias varias o consumir cualquier producto que calme la ansiedad momentáneamente.
Mientras un sector de la sociedad trata de adquirir tal cosa o tal otra para poder establecerse y alcanzar cierto reconocimiento, posición, fama, estatus, puesto o lugar en un círculo determinado de esta fuckin sociedad, y otro trata simplemente de sobrevivir el día a día con lo que puedan.
Cuando se me suele mencionar la vieja frase Darwinista de que “sólo el más fuerte es el que sobrevive”, se que los más fuertes son los que mutan y se adaptan a las reglas de juego (pero cuales son las reglas de juego si constantemente las cambian). Es ahí donde entra la contradicción, el choque, la divergencia, eso que media entre lo que llamamos el ideal, la moral, los principios, el código y el natural instinto de supervivencia, de arraigo, de...acumular, sedimentar, engordar, acaparar.
Y si, es así, en todos los medios y en el trato cotidiano se fomentan los extremos, se va de lo blanco a lo negro, no se admiten los matices, o por lo menos no se les da la importancia que estos tienen que tener.
Y pienso en la luz, ella que nos brinda energía y vida. En su estado puro es blanca, pero está compuesta por distintos colores, que no son siete, sino que son miles, millones.
Así como la luz, (que es mucho mas importante para el universo que el ser humano), tiene sus matices, la vida de cada ser también los tiene. Estos matices no hacen más que templar el alma de cada uno, tal como si fuera el alma de una guitarra. Lo que matiza a la guitarra son sus cuerdas, cada una posee un sonido diferente. Más matices podemos encontrar si apoyamos los dedos en cada uno de los trastes de su diapasón, y si los tocamos en el lugar correcto producirá eso que es la armonía, algo que suena tan llamativo y cautivante a los oídos. Igual de cautivante y llamativo suena el amor al corazón.
quarta-feira, 26 de maio de 2010
Breve crónica de un concierto.
Comenzó a sonar su nota, se expandió en el aire.
Ya nada se oía derredor porque ella lo envolvía todo.
Un viejo al costado mío gritaba, solo veía la mueca y con eso imaginaba su ruido ronco.Pero las notas seguían una tras otra. Cerraba mi puño y lo abría, lo percutía contra mi muslo. Aveces contra la silla. Comenzaba a creer que el suelo del teatro era un pedal de bombo. Realmente creía que lo era.
Luego apoyaba la cabeza contra el respaldo del asiento. La nuez en mi cuello emergía de la piel con ese movimiento. Era como si tratara de tocar el techo con la nariz. O tan sólo con la vista, aunque se veía muy oscuro.
Bajaba la mirada un poco nada más, y estaba ahí. El reflejo de la luz que chocaba contra el puente de la Fender Jaguar, era como un faro que aveces me encandilaba...
...quise ser Yann en ese momento.
terça-feira, 11 de maio de 2010
escaleras
quinta-feira, 25 de fevereiro de 2010
Era 0
Era 0
Refrescos 0, alimentos 0, entretenimientos 0, información 0.
Es evidente que estos tiempos en los que vivimos, con toda su postmodernidad, new ages y neo's varios, nos ha llevado al marketing del 0. Pero... ¿cómo definimos al 0?
Comencemos con la definición de la Real Academia Española: cero "Adj, número que expresa una cantidad nula, nada, ninguno..."
El pobre cero, tan nombrado y manoseado, parecería que no es...
"Ser o no ser..." esa era la cuestión para Shakespeare. También es la tautología en estos tiempos de reality shows, donde personajes anónimos buscan de cualquier forma trascender públicamente. Ser es la cuestión para los millones de personas que hemos abierto un facebook, ( “si no tenés Facebook no sos nadie” , he escuchado decir), para encontrarnos virtualmente con esa gente de la que hace tiempo no sabemos nada, y muchas veces terminamos pensando que era mejor así.
También están los adolescentes y no tanto, que abren Metro flogs o Fotolog's tratando ser reconocidos, aunque sea de la forma más superficial con sus fotos ensayadas frente al espejo gran parte del día, suplicando a otros floggers y plancha-floggers* que les "effién" el muro. El comienzo es encontrar gente, y al final lo único que se persigue es que lo encuentren a uno. Y es que en cierta forma, todos buscamos trascender de alguna manera en este mundo, sea por la imagen, por cultivar un arte, por realizar una empresa, o sólo por dejar descendencia.
Todos, o por ahí alguno pueda no tener más aspiraciones en la vida que respirar el aire, alimentarse y transcurrir en este tiempo de forma obsecuente.
Con toda esta lucha del ser humano y sus contradicciones por el "ser alguien", se encuentra el cero, neutro y meditabundo. Ahí está esa cifra esperando servir a la cultura del ser. Encendés la televisión y una seguidilla de publicidades "zero" desfilan frente a tus ojos. Se pasó del barroquismo consumista al minimalismo consumidor; desde la arquitectura de una casa al diseño de una afeitadora.
Cero calorías, cero colesterol, cero grasas, etc, etc. Por otro lado está la vorágine de información. Como una avalancha interminable estamos sumergidos en números y letras. Constantemente, sin que nos demos cuenta, por el aire nos atraviesan sms, traspasan nuestros cuerpos ondas de radio, de microondas, y vaya uno a saber que más ondas resisten nuestros mortales envases descartables y nuestras mundanas mentes.
Pero regresando a nuestro amigo el cero, éste en caso de ubicarse a la derecha de otro número con "valor", puede multiplicar por millones la cantidad de la cifra que precede, si está acompañado de otros “insignificantes” ceros como él; o sea que cuanto más insignificancias a la derecha de las significancias resulta que cotiza hasta el infinito.
La eterna suma del vacío...
...Multiplica tanto que anula. Una carrera interminable donde parece que nada se ve, nada se escucha ni se lee como debería. Nos convierte en partícipes de la cultura del ojeo. En otra definición del Diccionario de la Real Academia, se lo define como "un valor absoluto". El Valor Absoluto da esa sensación de vacío que contiene el todo del que tanto habla el Tao Te King.
El cero, ¡qué número bastardeado en esta postmodernidad!
También está el cero a la izquierda, ese cero que no hace más restarle el valor al que se le mete delante. Ése es el cero que de tanto llevarlo a la derecha, termina dando vuelta su propia circunferencia.
(0)
Tanto "cero" por aquí o "zero" por allá, que cero no ser.
* Los plancha-floggers o "planchflogger`s son una nueva especie en la red y en cyber cafés, nacidos a finales del 2008 D.C,que mezclan estética y vocabulario flogger con el de los planchas.
Refrescos 0, alimentos 0, entretenimientos 0, información 0.
Es evidente que estos tiempos en los que vivimos, con toda su postmodernidad, new ages y neo's varios, nos ha llevado al marketing del 0. Pero... ¿cómo definimos al 0?
Comencemos con la definición de la Real Academia Española: cero "Adj, número que expresa una cantidad nula, nada, ninguno..."
El pobre cero, tan nombrado y manoseado, parecería que no es...
"Ser o no ser..." esa era la cuestión para Shakespeare. También es la tautología en estos tiempos de reality shows, donde personajes anónimos buscan de cualquier forma trascender públicamente. Ser es la cuestión para los millones de personas que hemos abierto un facebook, ( “si no tenés Facebook no sos nadie” , he escuchado decir), para encontrarnos virtualmente con esa gente de la que hace tiempo no sabemos nada, y muchas veces terminamos pensando que era mejor así.
También están los adolescentes y no tanto, que abren Metro flogs o Fotolog's tratando ser reconocidos, aunque sea de la forma más superficial con sus fotos ensayadas frente al espejo gran parte del día, suplicando a otros floggers y plancha-floggers* que les "effién" el muro. El comienzo es encontrar gente, y al final lo único que se persigue es que lo encuentren a uno. Y es que en cierta forma, todos buscamos trascender de alguna manera en este mundo, sea por la imagen, por cultivar un arte, por realizar una empresa, o sólo por dejar descendencia.
Todos, o por ahí alguno pueda no tener más aspiraciones en la vida que respirar el aire, alimentarse y transcurrir en este tiempo de forma obsecuente.
Con toda esta lucha del ser humano y sus contradicciones por el "ser alguien", se encuentra el cero, neutro y meditabundo. Ahí está esa cifra esperando servir a la cultura del ser. Encendés la televisión y una seguidilla de publicidades "zero" desfilan frente a tus ojos. Se pasó del barroquismo consumista al minimalismo consumidor; desde la arquitectura de una casa al diseño de una afeitadora.
Cero calorías, cero colesterol, cero grasas, etc, etc. Por otro lado está la vorágine de información. Como una avalancha interminable estamos sumergidos en números y letras. Constantemente, sin que nos demos cuenta, por el aire nos atraviesan sms, traspasan nuestros cuerpos ondas de radio, de microondas, y vaya uno a saber que más ondas resisten nuestros mortales envases descartables y nuestras mundanas mentes.
Pero regresando a nuestro amigo el cero, éste en caso de ubicarse a la derecha de otro número con "valor", puede multiplicar por millones la cantidad de la cifra que precede, si está acompañado de otros “insignificantes” ceros como él; o sea que cuanto más insignificancias a la derecha de las significancias resulta que cotiza hasta el infinito.
La eterna suma del vacío...
...Multiplica tanto que anula. Una carrera interminable donde parece que nada se ve, nada se escucha ni se lee como debería. Nos convierte en partícipes de la cultura del ojeo. En otra definición del Diccionario de la Real Academia, se lo define como "un valor absoluto". El Valor Absoluto da esa sensación de vacío que contiene el todo del que tanto habla el Tao Te King.
El cero, ¡qué número bastardeado en esta postmodernidad!
También está el cero a la izquierda, ese cero que no hace más restarle el valor al que se le mete delante. Ése es el cero que de tanto llevarlo a la derecha, termina dando vuelta su propia circunferencia.
(0)
Tanto "cero" por aquí o "zero" por allá, que cero no ser.
* Los plancha-floggers o "planchflogger`s son una nueva especie en la red y en cyber cafés, nacidos a finales del 2008 D.C,que mezclan estética y vocabulario flogger con el de los planchas.
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